28 abril, 2024

Biden y AMLO hablan por teléfono, presiona por migración

Esta mañana, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, recibió un llamada desde la casa blanca en Estados Unidos, en la que presumen que Joe Biden, presionó al mandatario mexicano sobre temas de migración en la frontera a la que han llegado miles de migrantes provenientes de centro y Sudamérica.

En esta llamada, EE.UU. busca asistencia adicional de México para reducir el número de migrantes que llegan a su frontera sur, además, la llamada se produce en un momento políticamente delicado para Biden, que se ha enfrentado en repetidas ocasiones a las oleadas de migrantes alimentadas por el deterioro de las condiciones en el hemisferio occidental.

El presidente Joe Biden está aumentando la presión sobre su homólogo mexicano para que ayude con la insostenible situación en la frontera sur de Estados Unidos, que ha dejado a las autoridades luchando por responder a una oleada de migrantes sin precedentes y ha exacerbado uno de los problemas políticos de larga data del presidente.

En su llamada, los dos presidentes coincidieron en que “se necesitan urgentemente acciones adicionales de aplicación de la ley” para reabrir los puertos en la frontera entre EE.UU. y México, donde la oleada de migrantes ha puesto a prueba los recursos federales y ha provocado el cierre de puertos, dijo a la prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

“Tuvieron la oportunidad de hablar sobre los esfuerzos en curso para gestionar los flujos migratorios sin precedentes en el hemisferio occidental, sobre la base de la declaración de Los Ángeles para la migración y la protección”, dijo Kirby, en referencia a la llamada entre los dos líderes este jueves.

Altos funcionarios estadounidenses, entre ellos el secretario de Estado, Antony Blinken, el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, y la asesora de Seguridad Interior de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall, viajarán a México en los “próximos días” para discutir nuevas medidas con funcionarios mexicanos, dijo Kirby.

La seguridad fronteriza, que sigue siendo un punto vulnerable para Biden de cara a 2024, quien ha estado en primer plano este mes mientras los negociadores del Senado intentaban alcanzar un acuerdo sobre inmigración vinculado a la petición de suplemento de seguridad nacional del Gobierno.

Esas conversaciones se estancaron, lo que impidió a Biden conseguir ayuda adicional para Ucrania e Israel antes del cierre de año. La petición de la Casa Blanca también incluía US$ 14.000 millones para seguridad fronteriza.

Por su parte, el expresidente Donald Trump ha intensificado su ya virulenta retórica antiinmigración y el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ha intensificado su transporte de inmigrantes a ciudades lideradas por los demócratas, llevando en avión a inmigrantes a Chicago, que acogerá la Convención Nacional Demócrata el próximo verano.

En conjunto, la situación pone de relieve las dificultades a las que se enfrenta Biden ante las críticas de los republicanos, que lo culpan por la crisis fronteriza; de los demócratas, que argumentan que se puede hacer más para afrontar la oleada, y de los progresistas, que se oponen a medidas fronterizas estrictas.

Funcionarios del Gobierno de Biden han citado repetidamente el movimiento récord de migrantes a través del hemisferio occidental como un problema regional que requiere la ayuda de múltiples socios. Pero a pesar de una serie de medidas adoptadas por Estados Unidos para intentar frenar el flujo de migrantes, miles de ellos han llegado a la frontera sur estadounidense.

En los últimos días, más de 10.000 migrantes cruzaron ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México a diario, cifras que no se registraban desde días antes del levantamiento de una restricción de la era covid conocida como Título 42 que permitía a las autoridades devolver a los migrantes en la frontera. La falta de capacidad y recursos para hacerles frente se está convirtiendo en el tipo de escenario que las autoridades estadounidenses alguna vez planearon pero esperaban que no se materializara.

Bajo el gobierno de Biden, el Departamento de Seguridad Nacional consideró múltiples escenarios y se preparó para oleadas en la frontera sur de EE.UU. de entre 16.000 y 18.000 llegadas al día, antes del levantamiento de la restricción fronteriza de la era covid.

Abbott redobló sus esfuerzos este miércoles, cuando el estado transportó en avión a los inmigrantes a Chicago. El vuelo partió de El Paso con destino a Chicago con 120 pasajeros.

La Casa Blanca criticó a Abbott el jueves por volar a los migrantes a Chicago, llamándolo un “truco político” que “se suma a su cuenta de políticas extremas que buscan satanizar y deshumanizar a las personas”.

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