La conocemos como Flor de Nochebuena, característica por ser usada por los infantes, quienes las llevan a los templos para ofrecerlas en tributo a la virgen de Guadalupe, tradición que se mantiene presente en La Piedad y otras regiones, que abarrotan los altares con flores rojas con un aroma peculiar.

La poinsettia es la flor de Navidad más usada en estas celebraciones, en que pasó de ser una flor de cultos paganos a usarse para honrar a la Madre de Dios, tanto así, que llegó a convertirse en uno de los más importantes aportes de México para el mundo asociado con la navidad.

Esta flor también se conoce en otros países recibe el nombre de “flor de Pascua”, “pascuero”, “pastora”, “cardenal” o “estrella federal”.

Existen más de 100 variantes de poinsettia en todo el mundo. La mayoría de ellas son de color rojo, aunque algunas de sus variantes son blancas, rosadas o marmoladas.

Esta planta tiene la particularidad de florecer naturalmente desde el mes de octubre hasta finales de diciembre, en los días próximos a la Navidad.

Los mexicas fueron los primeros en conocer la flor de Navidad. Ellos la llamaban cuetlaxóchitl, que en dialecto náhuatl significa “flor de cuero”.

Estos pueblos utilizaron esta flor como pigmento para sus vestimentas y llegaron a atribuirle propiedades curativas.

Además, pasó a formar parte importante de sus cultos y la ofrecían como ofrenda a sus deidades, lo que cambiaría de manera drástica con la llegada de los españoles a América.

La Flor de Nochebuena y la Virgen de Guadalupe

Heriberto Calderón, ingeniero agrónomo experto en esta planta, señaló que, con la llegada de los españoles, el culto a deidades precolombinas se reemplazó por la devoción a la Virgen María “en cualquiera de sus advocaciones”.

“Esto trajo como consecuencia el culto a la Virgen de Guadalupe, y las flores de Nochebuena eran ofrecidas como ofrenda religiosa”, explica el experto.

Desde entonces esta flor comenzó a ser utilizada para adornar las Iglesias durante las fiestas navideñas.

¿Por qué se llama poinsettia?

A principios del siglo XIX el botánico Joel Roberts Poinsett visitó la zona de Taxco, al sur de México, y quedó maravillado con el color brillante de la Flor de Pascua.

De inmediato Poinsett llevó algunas muestras de esta flor a Carolina del Sur en donde regaló algunas de ellas a jardines botánicos y amigos.

Poinsett murió coincidentemente un 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, y en su honor se llamó poinsettia a la flor que él ayudó a difundir.

Por Staff

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