Durante la Cuaresma, la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) invita a extremar precauciones al comprar pescados y mariscos y solo adquirir productos que se expendan refrigerados o encima de camas de hielo, pues es la única manera de evitar que se encuentren descompuestos.
Al adquirir pescados se debe elegir sólo aquellos que tengan ojos húmedos, brillantes y cristalinos; piel firme, con brillo y las escamas bien adheridas. Debe tener olor a mar y a fresco y se debe rechazar cuando los ojos están opacos, grisáceos, hundidos o secos; tenga olor desagradable, pútrido, a amoniaco o rancio.
Si la piel está flácida, las escamas se desprenden fácilmente y las agallas se encuentren oscuras, viscosas o verdosas, el pescado se debe evitar, ya que puede estar echado a perder y así se evita una intoxicación.
La SSM recuerda que las personas que consumen pescados o mariscos descompuestos pueden llegar a padecer adormecimiento de extremidades, palpitaciones, fiebre, diarrea y vómito y si estos síntomas no son atendidos a tiempo, pueden provocar daños más severos y prolongados.
Los productos más peligrosos son aquellos que se consumen parcialmente cocidos o crudos, como: almejas, camarones, pescado, ostiones y mejillones y para no enfermar, deben cocerlos o freírlos, pues el limón no mata la bacteria del cólera, como en los ceviches y cocteles.
Al momento de comprar, también es importante revisar que el personal que despacha presente apariencia limpia y mantenga los productos en refrigeración o congelación.