De acuerdo con el último reporte de la salud del Papa Francisco, que emitió el Vaticano, se ha informado que el Santo Padre sufrió un repentino empeoramiento de su cuadro respiratorio a raíz de una “crisis aislada de broncoespasmo”.
“Después de una mañana alternando fisioterapia respiratoria con oración en la capilla, presentó una crisis aislada de broncoespasmo que provocó un episodio de vómito con inhalación y un repentino empeoramiento del cuadro respiratorio”, indica el comunicado de la Santa Sede.
El Papa fue sometido a un tratamiento de broncoaspiración y ventilación mecánica no invasiva al que respondió bien, dijo el Vaticano. Además, se ha mantenido alerta en todo momento y colaborando en las maniobras terapéuticas.
Según confirmaron fuentes vaticanas, la crisis comenzó a las 14:00 (hora de Roma) y finalizó por la tarde, aunque no precisaron la duración exacta. Subrayan asimismo que el Pontífice ha superado la crisis y que los médicos necesitan en torno a 24 o 48 horas para hacer una evaluación de cómo este episodio incide en la condición de su cuadro clínico general.
Actualmente el Pontífice utiliza una mascarilla que le cubre la boca y la nariz y que le permite tener un intercambio gaseoso. Insisten en que aún no está fuera de peligro y que los médicos continúan manteniendo el pronóstico reservado.