El Papa Francisco, de 88 años, sigue hospitalizado en Roma tras sufrir episodios de insuficiencia respiratoria aguda. Su estado es reservado y es que ayer lunes sufrió “dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda”, la tercera recaída del jesuita argentino desde su ingreso en una clínica de Roma hace 18 días.
El Vaticano ha informado este martes que las condiciones clínicas del Papa Francisco se han mantenido estables y que no ha presentado “episodios de insuficiencia respiratoria ni broncoespasmo”.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha precisado, además, que el Pontífice “ha permanecido sin fiebre, siempre consciente, colaborando con las terapias y orientado”.
El Santo Padre sufrió en la tarde del lunes dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda por una acumulación significativa de moco en los bronquios, lo que impidió el paso normal del aire.
Esta obstrucción provocó un broncoespasmo que debió ser atajado con “dos broncoscopias” y una “aspiración de abundantes secreciones”. Además, se retomó la ventilación mecánica no invasiva.
A pesar de que este martes ha recibido oxigenoterapia de alto flujo y realizado fisioterapia respiratoria, esta noche retomará la ventilación mecánica no invasiva hasta la mañana del miércoles.
Se trata de un método de soporte respiratorio que ayuda a los pacientes a respirar sin necesidad de intubación. Este se administra a través de una mascarilla que cubre la nariz y la boca.