Un equipo de científicos de Corea del Sur y los Estados Unidos ha desarrollado un robot magnético microscópico que puede entrar en el tracto urinario y romper con seguridad piedras renales, ofreciendo una alternativa menos dolorosa y más eficiente a los procedimientos tradicionales como la terapia de ondas de choque.
El robot, llamado “ferrobot”, tiene solo milímetros de tamaño y puede ser guiado usando campos magnéticos hasta la ubicación exacta de una piedra. Una vez allí, vibra y libera pulsos leves para romper la piedra en pequeños fragmentos pasables, minimizando el daño a los tejidos y las molestias.
Este método no invasivo sigue siendo sometido a ensayos clínicos, pero las primeras pruebas en cerdos y modelos humanos simulados han mostrado una tasa de éxito del 90%, con tiempos de recuperación más cortos y menos complicaciones. Es parte de una ola de microrobóticos médicos que cambian la forma en que abordamos los tratamientos internos.
La era de las cuchillas quirúrgicas pronto podría ser reemplazada por una precisión robótica a nivel micro.
