Los representantes del Consejo Coordinador Empresarial de Zamora, han emitido un manifiesto en el que señalan todas las desventajas que deben enfrentar los productores del campo en cada ciclo de siembra, dónde arriesgan sus inversiones sin ver resultados redituables al final de la cosecha.
Falta de apoyos reales, insumos, acompañamiento, semillas a costos elevados y un precio cada vez menor, hacen que los productores piensen dos veces antes de comenzar un nuevo periodo de siembra dónde no recuperan ni la inversión en sus parcelas.

A esto se suma que en el caso de los campesinos que sembraron maíz, se está proponiendo un precio de $4.50 pesos por kilo de grano, es decir, $4500 (4 mil quinientos) pesos por tonelada, con lo que no alcanzan. A recuperar la inversión de su cultivo, siendo ilógico que mientras el kilo de maíz tiene ese precio, las tortillas, por ejemplo, cuesten $25 pesos por kilo.
A continuación te compartimos de manera integral, el texto que ha publicado el Consejo Coordinador empresarial, en el marco del Paro Nacional, en defensa del campo.
M A N I F I E S T O
POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y LA DIGNIDAD DEL CAMPO MEXICANO
El campo mexicano atraviesa una de las
crisis más severas de las últimas décadas.
Los productores de maíz y la agricultura en
general, base de nuestra alimentación y
símbolo de identidad nacional, se
encuentran hoy al borde de la quiebra.
Y hoy, hablar del campo es hablar también
de abandono, desigualdad y falta de visión
de Estado.
Pese a que el campo aporta al Estado
823,449 mil millones de pesos al PIB,
quienes lo cultivan viven con
incertidumbre, sin garantías ni apoyo real
del gobierno federal.
Los costos de producción se han duplicado
en la última década; los insumos,
especialmente los agroquímicos, se
encarecen sin control debido a la falta de
producción nacional de fertilizantes; y los productores deben importarlos, pagando
sobrecostos que asfixian sus márgenes de
utilidad.

Hoy, el precio promedio del maíz oscila
entre 4.50 y 5 pesos por kilo, lo que
equivale a 4 500 pesos por tonelada,
prácticamente el mismo monto que cuesta
producirla.
Mientras tanto, los productores deben
enfrentar además impuestos, créditos con
tasas de interés superiores al 12 % y la
desaparición total de subsidios y seguros
catastróficos.
Esta crisis no es natural.bEs producto de la omisión y la falta de voluntad política.
El gobierno federal ha sido incapaz de
diseñar una política nacional de precios de
garantía que dé certidumbre a los
productores.
Ha renunciado a crear una institución
especializada en crédito agropecuario, con
condiciones preferenciales y tasas
accesibles que impulsen la productividad
rural.
El resultado es un campo sin
financiamiento, sin seguros, sin estímulos
y, sobre todo, sin esperanza.
El maíz no es solo un cultivo: es el sustento de millones de familias, la base de la dieta mexicana y un factor estratégico de seguridad nacional.
La falta de apoyo al campo no solo
compromete la economía rural;
compromete la soberanía alimentaria de
México.
Si el productor no puede sembrar, el país
dependerá cada vez más de la importación
de granos, perdiendo control sobre su
propio alimento.
Y un país que no puede garantizar su comida no puede hablar de independencia ni de soberanía.
Desde la Asociación de Pequeños
Productores de Huarachanillo y el Consejo
Coordinador Empresarial de Zamora,
expresamos con firmeza las siguientes
exigencias:
M A N I F I E S T O
POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y LA DIGNIDAD DEL
CAMPO MEXICANO
- Implementación inmediata de una
política de precios de garantía nacional
para el maíz, que garantice la recuperación de las inversiones y la rentabilidad del productor. - Creación de una institución pública
especializada en crédito agropecuario, con tasas menores al 6 % anual y acceso sin intermediarios. - Reactivación de los programas de
seguro catastrófico y apoyo a la
producción, ajustados al costo real por
hectárea siniestrada. - Programa federal de estímulos a la
producción de fertilizantes nacionales, que reduzca la dependencia de importaciones. - Mesa nacional de diálogo con
productores, para construir un plan de
emergencia que salve al campo mexicano de su colapso inminente. - El campo no aguanta más. Si no hay
respuesta inmediata, el descontento social crecerá.
El productor está siendo empujado al
límite, y el límite de la paciencia rural ya
se está rebasando.
El país no puede seguir alimentándose de
discursos mientras el campesino se
alimenta de deudas.
No queremos confrontación, queremos
solución.
Pero el silencio del Estado está abonando
el terreno de la inconformidad.
El campo se está organizando. Y si no hay respuesta, México enfrentará un paro nacional del sector agropecuario.
Por la dignidad del campo, por la
soberanía de México.
El maíz es más que un producto: es cultura,
identidad, y símbolo de resistencia. Defenderlo es defender nuestra historia y
nuestro futuro.Por eso lo decimos con claridad y convicción:
“Sin maíz no hay país, y sin justicia para el
campo no hay futuro.”
Atentamente,
Zamora de Hidalgo, 13 de octubre de 2025
Jorge Hernández Álvarez
Presidente de la Asociación de Pequeños
Productores de Huarachanillo
Vicepresidente del Consejo Coordinador
Empresarial de Zamora