Con profundo respeto y dolor, el pueblo de Tepalcatepec rindió un homenaje póstumo a quien fuera la presidenta municipal, Martha Laura Mendoza Mendoza, y a su esposo, Ulises Sánchez Ochoa, quienes partieron de esta vida de forma trágica
El acto se llevó a cabo en la explanada del Palacio Municipal, donde elementos de la Guardia Civil montaron una guardia de honor junto a los féretros, custodiando con solemnidad los restos de quienes ofrecieron su vida por el bienestar de su gente. En un momento lleno de simbolismo y respeto, las banderas que cubrían los ataúdes fueron cuidadosamente recogidas y entregadas a sus familiares, como muestra del honor que representaron en vida.

Durante la ceremonia, el Secretario del Ayuntamiento, Fernando Carreón Velázquez, tomó la palabra para recordar con firmeza y cariño una frase que la presidenta solía decir con orgullo:
“Yo amo a mi pueblo, y si fuera necesario, daría mi vida por él.”
Y así fue. Martha Laura no sólo gobernó con el corazón, lo hizo con el alma. Fue una mujer valiente, incansable, cercana a su gente y profundamente comprometida con Tepalcatepec. Su amor por esta tierra fue tan inmenso que lo demostró hasta el último de sus días. Junto a ella, su esposo Ulises fue también un pilar de apoyo, entrega y dignidad.
Como muestra de gratitud y reconocimiento eterno, se les brindó un minuto de aplausos, que resonó como eco del cariño que su pueblo les tiene. Cada aplauso fue un “gracias”, un “no te olvidaremos”, un “tu lucha no fue en vano”.

Tras la ceremonia, los cuerpos fueron trasladados para la misa de cuerpo presente, donde familiares, amigos, compañeros y ciudadanos les dieron el último adiós. Acompañados por mariachis, entre lágrimas, oraciones y cantos, fueron despedidos con honor hasta su santa sepultura, en un acto lleno de amor y memoria.
Hoy, Tepalcatepec llora, pero también se enorgullece de haber tenido a una mujer y un hombre que caminaron al frente con dignidad y coraje. Su recuerdo vivirá por siempre en las calles que recorrieron, en las causas que defendieron y en el corazón de cada uno de nosotros.
Descansen en paz, Martha Laura y Ulises.