Los consultorios adyacentes a las farmacias, no sirven para tratar enfermedades crónicas y son plan del sistema neoliberal para afectar la salud pública, dijo Hugo López Gattel está mañana.
Durante la conferencia de prensa mañanera de este martes, en palacio Nacional, el sub Secretario de salud federal, se dejó ir primero contra los médicos jóvenes, recién egresados de las escuelas de medicina.
Pues afirmó que no trabajan bajo estándares adecuados, lo que incluso podría constituir violaciones flagrantes a la ley federal del trabajo.
Señaló que solo les importa que los pacientes “salgan con recetas con muchos medicamentos. Hay abuso de antibióticos, de esteroides, lo que ha causado problemas. El modelo es desmantelar el sistema público de salud”.
Afirmó que los médicos que ahí laboran son más bien agentes de ventas, presionados por entregar una cuota de servicio, a través de recetas con muchos medicamentos.
También mencionó que durante la pandemia por Covid-19, el uso de estos servicios de salud por parte de la población puso en riesgo a las personas que se contagiaron, incluso les ocasionó la muerte, pues se abusó de ciertos medicamentos que, en la mayoría de los casos, no eran correctamente prescritos.
Comentó que los consultorios adyacentes a las farmacias “quizás resuelven una pequeña gripe, un dolor de cabeza, una diarrea; un problema de salud muy de corta duración que afecta a población, principalmente sana”.
Sin embargo, al ser cuestionado sobre una regulación que permita el cierre de estos servicios, López-Gatell afirmó que pese a que es ideal que no operen, esto no será posible mientras no exista una cobertura total de los servicios públicos de salud en el país.
Agregó que habtá “una fase de transición, en ese sentido los consultorios adjuntos o adyacentes a farmacias hoy cubren una necesidad, pero lamentablemente en condiciones muy precarias, precarias para la población que se atiende, precarias para los trabajadores, médicos y médicas que laboran ahí, y en cambio muy lucrativas para esas corporaciones”.
Sostuvo además que “no podemos cancelarlos de tajo, lo deseable es que no existan, lo deseable es que no existan, en la medida en que el sistema público garantice la gratuidad, la universalidad, que todo mundo tenga acceso y desde luego que la calidad sea atractiva para el pueblo”.