En el marco de la visita del presidente de Estados Unidos Joe Biden, por varios países de Europa, anunció que al menos 400 ciudadanos y entidades de Rusia, como represalia por la ofensiva militar iniciada hace un mes en Ucrania, país al que se ha comprometido a seguir ayudando con más asistencia humanitaria y con la acogida de hasta 100 mil refugiados.
Esta visita y su mensaje, son fruto de una “histórica coordinación” con otros bloques aliados como la UE y el G7, según la Casa Blanca. Las sanciones, ha explicado, “no tienen precedentes”, tanto por su alcance como por la rapidez con la que se han adoptado.
Para ello, la nueva ‘lista negra’, incluye a 328 diputados de la Duma rusa y también al propio órgano legislativo, además de oligarcas como Herman Gref, principal responsable del banco Sberbank, y Genadi Timchenko. Washington señala, además, a 48 grandes empresas públicas vinculadas a la industria de Defensa.
Biden , anunció que “Mientras el presidente (Vladimir) Putin siga con esta guerra, Estados Unidos y sus aliados están decididos a garantizar que el Gobierno ruso sienta los efectos de nuestras acciones económicas, actuales y futuras”.
Su gobierno está comprometido a enviar ayuda por valor de más de mil millones de dólares, dentro de una colaboración que Estados Unidos, hace extensiva también a toda la región. De hecho, se ha mostrado dispuesto a recibir a 100.000 refugiados, si bien “espera que muchos ucranianos elijan quedarse en Europa, cerca de su familia y de sus casas”.
Esto incluye medidas en favor de la democracia y avanzar en la rendición de cuentas por los crímenes de guerra presuntamente cometidos por Rusia, con un observatorio específico que se encargará de recabar información para que las autoridades rusas puedan rendir cuentas en un futuro de los abusos que están cometiendo en Ucrania.