Luego de un sismo de 6.1 grados en escala Richter, registrado en las provincias de Paktila y khost, cerca de la frontera con Pakistán, autoridades afganas reportan que se tiene un saldo de más de mil personas muertas y al menos 600 heridos.
Mohammad Amin Huzaifa, responsable de Información y Cultura de la provincia de Paktika, dijo en un mensaje a la prensa que “La gente excava y excava tumbas”.
Señaló también que su provincia es la más afectada, además de que “Está lloviendo y las casas están destruidas. No hay lugar donde refugiarse ni comida. Hay gente aún atrapada entre los escombros (…) Necesitamos ayuda de inmediato”.
Este sismo se produjo a 10 km de profundidad, hacia las 01:30 horas del miércoles, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que agregó que un segundo temblor de magnitud 4,5 sacudió casi el mismo lugar.
Según Yaqub Manzor, un responsable tribal de Paktika, muchos heridos proceden del distrito de Giyan, en la provincia, y fueron transportados en ambulancias y helicópteros.
Usuarios de redes sociales han publicsdo fotos de casas derrumbadas en las calles de un pueblo, en esta región rural pobre y remota. Y en un video se puede ver a habitantes transportando heridos a un helicóptero.
“Gran parte de la región es montañosa y los desplazamientos son difíciles. Llevará tiempo evacuar a los fallecidos y heridos”, explicó el ministro de Desastres Naturales, Mohamad Abas Akhund.
Los servicios de rescate del país, limitados desde hace tiempo en efectivos y capacidad, no están adaptados para enfrentarse a catástrofes naturales de esta envergadura.
El terremoto se sintió en varias provincias de la región, y también en la capital, Kabul, situada a unos 200 km al norte del epicentro del sismo.
También se percibió en el vecino Pakistán, donde murió una persona y varias viviendas quedaron dañadas.
El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, dijo estar “profundamente entristecido” por esta tragedia y aseguró que las autoridades del país estaban trabajando para aportar su apoyo a sus homólogos afganos.
La ONU anunció una movilización inmediata para ayudar en las tareas de rescate y asistencia. “Los equipos de evaluación de las agencias ya están desplegados en varias áreas afectadas”, informó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en un tuit en afgano.
Desde Roma, el papa Francisco expresó su solidaridad con las víctimas del sismo y dijo esperar que “con la ayuda de todos, se pueda aliviar el sufrimiento del querido pueblo afgano”.
Afganistán ha sido una zona de terremotos, sobre todo el área de Hindu Kush, dónde stas catástrofes pueden ser especialmente devastadoras debido a la escasa resistencia de las casas rurales afganas.
En octubre de 2015, un potente sismo de magnitud 7,5 sacudió las montañas de Hindu Kush y dejó al menos 380 muertos en los dos países.
Por otro lado, existe en ese país una grave crisis financiera y humanitaria, que se vive desde la llegada del régimen talibán, provocada por el bloqueo de millones de haberes en el extranjero y la suspensión de la ayuda internacional, que sustentaba al país desde hacía dos décadas y que ahora llega con cuentagotas.