Investigadores de la organización Boletín de Científicos Atómicos, de la Universidad de Chicago, crearon desde hace varias décadas un reloj, cuyas manecillas, cuentan el tiempo que le resta a la humanidad, antes del apocalipsis, mismo que se mantiene en constante monitoreo de la actividad en la Tierra para determinar si necesita de una actualización.
La última actualización que se le hizo a este reloj, fue en el 2020 y de manera sorprendente no se movió durante la primavera de este 2022, cuando inició la guerra entre Rusia y Ucrania.
Este reloj, marca solo el último cuarto de hora, antes de las 12, es decir, antes de la media noche, por ello que no mide el tiempo de manera normal, pues la manecilla de los “segundos”, solo avanza cuando hay un evento relacionado a dos situaciones específicas.
En primer lugar, el calentamiento global o eventualidades naturales de la Tierra, esas que se ven afectadas por la mano de la humanidad y los peligros nucleares, que se pueden relacionar a las guerras.
Este reloj está en constante modificación ya sea que avance o se retrase, como ocurrió en 1991, cuando se actualizó a 17 minutos antes de la medianoche.