Este lunes en la madrugada falleció en Reino Unido la bebé Indi Gregory de ocho meses, que padecía una enfermedad terminal y que el sábado 11 de noviembre fue desconectada del soporte vital, tras una decisión judicial contraria a la voluntad de sus padres.

La organización británica Christian Concern, declaró que los padres de la bebé dijeron estar “molestos, con el corazón roto y avergonzados”.

La decisión de la corte, continúa el texto, “no sólo le quitó su oportunidad de una vida más larga, sino también le quitaron a Indi la dignidad de morir en la casa de la familia, adonde pertenecía”.

Indi Gregory, nacida en febrero y bautizada en septiembre, sufría de una rara enfermedad degenerativa mitocondrial. Estaba conectada a un ventilador en el Queen’s Medical Center en Nottingham, Inglaterra.

Luego que una corte del país dictaminó que “el mejor interés” para la bebé era el retiro del soporte vital, pese a la oposición de sus padres, el gobierno de Italia le concedió a la niña la nacionalidad italiana el 6 de noviembre y acordó cubrir los gastos del tratamiento médico en el hospital pediátrico Bambino Gesù del Vaticano.

Los padres de Indi Gregory, Dean Gregory y Claire Staniforth, apelaron en varias ocasiones a las cortes del Reino Unido para poder llevar a su bebé a Roma para recibir tratamiento, pero perdieron la batalla legal con la segunda corte más importante del Reino Unido el 10 de noviembre, que indicó que el soporte vital debía retirarse “inmediatamente”.

En una declaración del 11 de noviembre, la Oficina de Prensa del Vaticano informó que el Papa Francisco estaba rezando por Gregory y su familia.

Por Staff

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