La mañana de este lunes, dimitió Justin Trudeau como primer ministro y líder del Partido Liberal de Canadá, puestos que ocupará hasta que el partido elija un nuevo líder yse pupeda realizar una ceremonia de transición en país del extremo norte de Amérca.
Trudeau, quien gobierna desde septiembre de 2015, reconoció que él ya no es la mejor opción para que su agrupación política gane las elecciones ante el Partido Conservador, señalando en un mensaje en conferencia de prensa que: “Este país merece una opción real en las próximas elecciones, y me ha quedado claro que, si tengo que librar batallas internas, no puedo ser la mejor opción en esas elecciones”.
Dijo además, que desde 2015 ha luchado por su país, por su gente y por fortalecer la clase media, para movilizarse por cada canadiense durante la pandemia, agregó que buscó defender el libre comercio en este continente.
Las campañas dentro del Partido Liberal pueden durar varios meses, incluso si se acelera el proceso, es poco probable que Trudeau deje el cargo en los próximos días. Por lo tanto, debería seguir siendo primer ministro el 20 de enero, cuando Donald Trump tome posesión de su cargo como presidente de Estados Unidos.
El primer ministro dijo que a pesar de sus esfuerzos el Parlamento canadiense está paralizado, por lo que aconsejó al Gobernador General suspenderlos hasta el 24 de marzo, enfatizando que el Parlamento no funciona más después de varios meses. acusando que se ha dedicado a la producción y no tiene productividad. “El Parlamento necesita un reinicio”.
El Parlamento debía reanudar sus actividades el 27 de enero y los partidos de la oposición habían prometido derrocar al gobierno tan pronto como pudiera, probablemente a finales de marzo. Pero si el Parlamento no vuelve hasta el 24 de marzo, los más pronto que podría presentar una moción de censura sería en mayo. Hasta hace poco, Trudeau había podido mantener a raya a los legisladores liberales preocupados por la mala imagen en las encuestas y la pérdida de escaños seguros en dos elecciones especiales celebradas el año pasado.
Pero las peticiones para que se haga a un lado arreciaron desde el mes pasado, cuando trató de degradar a la ministra de Economía, Chrystia Freeland, una de sus aliadas más cercanas, después de que ésta se opuso a sus propuestas de aumentar el gasto.
Freeland renunció y escribió una carta acusando a Trudeau de ‘trucos políticos’ en lugar de centrarse en lo que era mejor para el país. A este respecto, Trudeau dijo que esperaba que ella se quedara en su gobierno por más tiempo, pero no fue así, aunque se negó a dar detalles.
‘Chrystia ha estado a mi lado y ha sido una compañera política dentro del gobierno y el partido. Yo realmente deseaba que ella continuará como viceprimera ministra para afrontar los desafíos que el país enfrenta, pero ella no quiso hacerlo’, dijo el primer ministro.